lunes, mayo 09, 2011

Relaciones Públicas: La comunicación de la muerte de Bin Laden

A una semana de la operación que terminó con la vida del terrorista Osama Bin Laden, lo que más llama la atención, desde un punto de vista de la comunicación, es la confusión creada alrededor de los detalles de la operación.

Los medios españoles han podido trasmitir una versión confusa de lo ocurrido, aunque si uno se refiere a los mismos hechos en las cadenas americanas percibe una visión más contundente, aunque claramente inclinada a apoyar lo que iba diciendo la Casa Blanca.

Si uno busca un poco más, obtiene información que puede contrastar con la versión americana. Es el caso de Al Jazeera, que, con una oportunidad destacable, consigue una entrevista con un testigo que se muestra escéptico sobre la noticia de que Bin Laden era su vecino:


Toda la gestión de la comunicación alrededor de la aniquilación del terrorista líder de Al Qaeda ha dado lugar a interpretaciones diversas y ha dado pie a los conspiranoicos.

Lo que está claro es que, desde fuera, todo parece indicar una comunicación deslavazada y, en ocasiones, poco consistente:
- Osama estaba al lado de una academia militar pakistaní, en una zona supuestamente residencial (para los parámetros pakistaníes).
- Osama estaba desarmado, pero fue abatido por oponer resistencia,
- Osama se había parapetado detrás de una de sus esposas.
- Uno de los helicópteros cayó, y las primeras versiones indicaron que fue abatido, mientras que luego se indicó que había sufrido un accidente.
- El cuerpo fue tirado al mar, cuando, según diversas fuentes, debe ser enterrado mirando hacia la Meca.
- La publicación de una fotografía trucada, su rápido desmentido (aunque fue dado por bueno por diversos medios) y la posterior negativa a mostrar la fotografía de la operación.

En si, haciendo un recorrido rápido, se puede llegar a percibir de que la confusión en la comunicación ha sido en realidad preparada previamente, ya que un tema tan importante podría haberse cuidado al detalle.

Una de las alternativas es que la comunicación se hizo deprisa para evitar que los medios e internet le ganaran la primicia a la Casa Blanca, lo que generó la confusión posterior.

Lo que resulta evidente es que las cosas pudieron hacerse mejor y que la muerte de Osama Bin Laden seguirá dando de qué hablar durante mucho tiempo.

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