viernes, agosto 06, 2004

INFORMACION PROPIA

EDITORIAL

LOS MEDIOS Y EL PODER


Hace unas semanas escribí decepcionado por el papel de los medios de comunicación mexicanos en el proceso de transición que está viviendo el país.

Hoy tengo que reconocer que fui injusto al meter en un sólo saco a todos sin excepción, cuando hay algunos medios y periodistas que hacen su labor diaria con una verdadera pasión por la verdad y la justicia.

Aunque las denuncias periodísticas, mejor conocidas como "periodicazos", son habituales en los medios mexicanos desde hace muchos años, tienen aún limitado poder para remover los cimientos de instituciones corruptas o que simplemente se aprovechan del poder que han obtenido.

Mientras que un reportaje de la BBC inglesa es capaz de causar el cese fulminante de un miembro del Comité Olímpico Internacional, los esfuerzos de los medios por poner en tela de juicio los astronómicos sueldos y las prerrogativas especiales que se dan a sí mismos los funcionarios públicos mexicanos se encuentran con respuestas ridículas y casi nunca con la asunción de responsabilidades políticas de parte de ninguna autoridad.

Me gusta la idea de que, a pesar de los obstáculos, es posible aspirar a que algún día, por presión de los medios y de la sociedad a la que representan, se regulen eficazmente los sueldos de los políticos, de acuerdo no sólo a la realidad del país, sino, incluso de manera más cercana, a la realidad del gobierno estatal o del ayuntamiento que gobiernan.

Es un camino largo y tortuso, y no exento de peligros para los informadores, pero hay que recorrerlo y la sociedad tiene que ir de la mano de ellos, apoyándolos.

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